16 agosto 2009

Las ovejas de Glennkill

Las ovejas de Glennkill es una novela policiaca absolutamente diferente.

Si leemos la contraportada nos encontraremos lo siguiente:

En una colina cercana a la pintoresca aldea de Glennkill, un rebaño de ovejas rodea el cadáver de su pastor, que ha amanecido muerto en la hierba con una pala atravesándole el pecho. ¿Quién puede haberlo asesinado? ¿Y por qué? Una vez acordada la conveniencia de investigar, las rumiantes se ponen en marcha. Por fortuna para el lector, están inusualmente preparadas, ya que el pastor les leía un rato todas las noches: algunos cuentos de hadas, muchas novelas románticas, algún tratado de enfermedades del ganado lanar e incluso parte de una novela policiaca. Sin embargo, descubrir al asesino no será tarea fácil, por lo que Miss Maple y sus espabiladas compañeras deberán hacer gala de la antigua sabiduría ovina, de sus afilados poderes de observación y de lo que aprendieron de los libros si quieren descifrar las enigmáticas claves del comportamiento de los humanos, esos seres extraños...
Sin duda una historia de misterio que se aparta de los cánones establecidos, la crítica ha destacado la frescura de su prosa, así como la complicidad del lector con sus peculiares protagonistas.

Me ha encantado. Es una novela ágil y fresca, se lee rápido, no es cargante. Por otro lado está perfectamente construida, los personajes son sólidos como rocas, las ovejas tienen tan bien definidas sus personalidades que, si nos las encontraramos en una calle, seríamos capaces de reconocerlas sin lugar a dudas, a pesar de que todas se parezcan bastante... menos Othello, claro, que un carnero con cuatro cuernos no es fácil de ver.

Me ha maravillado cómo las ovejas van creciendo dentro de la novela, cómo desarrollan cada vez más sus rasgos humanizados, cómo trabajan para autosuperarse y cómo son capaces de vencer sus miedos.

Creo firmemente que esta novelita tiene mucho mérito, por hacer tan creíble la trama y la propia investigación, por hacerme pensar que los animales son tan inteligentes o más que los humanos, que tienen sus propios mitos, como el de las ovejas nube, y que también buscan explicaciones a todo aquello que no pueden explicar... aunque sean rocambolescas para los humanos. Me he reído al leer que el alma de los humanos es enana porque tenemos un olfato patético, y me he reído aún más al observar cómo estos entrañables animales son capaces de cualquier cosa para esclarecer la muerte de su pastor, jugándose cualquier cosa que creyeran necesaria, pero... ¿lo conseguirán?

Si yo fuera vosotros, no me lo pensaría y correría a la librería más cercana a hacerme con él, además está en edición de bolsillo, así que ni siquiera la crisis es excusa.

4 que no callan:

Thylzos dijo...

La novela negra siempre me atrajo. Pero últimamente me tira para atrás la repetición constante que tiene y que parece haber caído en una especie de círculo argumental del que no sale.

A ver si con este libro cambia. Ojalá lo tengan en la Fnac.

Orofëa dijo...

te has montado un blog extra y no avisas??

o es que estoy a uvas?

o son ambas?


dios! voy a por un café

Min dijo...

Thylzos esta es divertidísima y de repetitiva cero.

Jajajajaj, pero si sale en el perfil!! De todas maneras avisé en el otro, pero es normal que estés a uvas, entre pasar resacas y huir de kebab-eros tienes bastante XD

Orofëa dijo...

malditos turcos! qué panda de cabrones! :P


claro que sale en el perfil, pero hoy por primera vez he mirado el perfil. cuando he visto que eras tú...