23 septiembre 2009

Inglorious Basterds

Esta tarde he ido a ver la última de Tarantino, traducida como Malditos Bastardos, aunque la traducción fiel sería Infames Hijos de Puta.

Es Tarantino. Mucha sangre, disparos, muertes, mutilaciones y esas cosas. Me ha divertido muchísimo, me lo he pasado genial, aunque la compañía ayudaba (no poco)

Os voy a poner el trailer español y luego paso a destripar.



Destripemos. La peli doblada pierde muchísimo. Vale, la he visto en VOSE, pero de verdad, id a Youtube a ver el trailer en inglés y me entenderéis. El acento americano que Brad Pitt exagera voluntariamente, la forma que tiene de hablar, los saltos de los personajes entre inglés, francés y alemán, es buenísimo estar escuchándoles hablar cada vez de una manera diferente.

Lo mejor: las interpretaciones. Es que tienen cara de locos totales. Lo peor: algunos diálogos se hacen lentos. Pero la película termina y no tienes la sensación de haberte pasado dos horas y media con el culo en una butaca de cine (salvo por el dolorcillo de culo que empieza a apreciarse)

Y la verdad es que no quiero decir mucho más, porque los spoiler no molan nada. Pero vedla, porque merece muchísimo la pena. Y ya si es en buena compañía para comentar las coñas, canela en rama.

19 septiembre 2009

Espinete no existe

Ayer, para mi sorpresa y regocijo, descubrí que Eduardo Aldán se ha aventurado con la quinta temporada de Espinete no existe en el Pequeño teatro Gran Vía.

Hace por estas fechas un año que fui a ver este maravilloso monólogo con tres amigos. Todos nacidos entre 1977 y 1980, y nos gustó a cada uno un poco distinto. Yo fui la más entusiasta, me gustó todo. Menos un detalle... pero bueno, no tiene mayor importancia y no pienso hacer spoilers de tan maravilloso trabajo.

A mis amigos les faltaban personajes, o les sobraban anécdotas, o... pero a mí me pareció redonda. Un repaso maravilloso y enternecedor a unos años ochenta cargados de personajes inolvidables, y una Min total y completamente nostálgica, deseando volver a ser aquella niña que se pasaba el tiempo muerto mirando Barrio Sésamo, que incluso se asustaba con el Conde Drácula y sus series de números.

Esta sí es una recomendación. No esperéis a que Eduardo Aldán se canse de su pequeño número mágico y no haga otra temporada, id a verla que es maravillosa. De verdad de la buena. Aunque a lo peor no os gusta tanto como a mí. Eso sí, dan piruletas al entrar. Ah, y Eduardo Aldán habla realmente deprisa.

16 septiembre 2009

El Misterio de la Cripta Embrujada

Siguiendo con los libros fáciles y para leer sin darle vueltas, me decidí por El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza, nada más acabar Saber Perder. De él había leído algunas novelas y me gusta cómo escribe, es ágil y divertido y eso siempre es un punto a favor.

Si miramos en la contraportada podemos leer:
Las enigmáticas desapariciones de niñas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se verá envuelto en toda clase de percances de los que logrará salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente. Aparentemente nivelada y lisa, la escritura de Mendoza constituye un espléndido ejemplo de investigación literaria personal, ajena a todo mimetismo, que ahonda en las posibilidades de volver del revés, e indagar así -como un buen detective, o como un personaje de Henry James- en el dibujo que se nos muestra al dorso del tapiz de la trama. Una farsa burlesca y una sátira moral y social que tiene sus raíces últimas en la picaresca y en el modelo cervantino.

¿Qué decir? Pues que es Mendoza. Me ha gustado muchísimo y lo he leído en cuatro días, aunque hice un parón para leerme el de Nuria Roca, pero no es ese tipo de libro que abandonas, porque engancha. Quizás es un tipo de literatura al que no estoy acostumbrada, y quizás no está a la altura de El asombroso viaje de Pompio Flato, pero sin lugar a dudas es una novelita muy recomendable.

Me entretendría más en la reseña si no tuviera que salir pitando a coger el tren a riesgo de perderlo... pero ¿qué se puede decir sobre Eduardo Mendoza que no se haya dicho ya?

14 septiembre 2009

Sexualmente

Ayer por la tarde me terminé Sexualmente, el primer libro de Nuria Roca.

No tenía grandes esperanzas, la verdad. Fue una compra de urgencia, el viernes había quedado para comer a las 15:15 y eran las 14:25 y yo no sabía qué hacer en esa casi hora que tenía vacía, así que me fui a una librería que antes tenía una preciosa cafetería (y super tranquila) y compré algo para leer... luego fui a pedir una cocacola para la hora de espera y resultó que la cafetería estaba cerrada. En fin, gajes del oficio. Me quedé leyendo en la puerta del restaurante y debo decir que me hizo gracia pero no me enganchó.

Si miramos la contraportada del libro podemos leer:

"A través de varios monólogos, Nuria Roca describe situaciones reales, basadas en su propia experiencia o en historias que le cuentan, para abordar el tema del sexo. Y lo hace con un toque de humor y llamando a cada cosa por su nombre, sin tapujos. La autora relata sus conocimientos en materia de sexo, y sus vivencias en diferentes situaciones, con las que el lector se puede sentir identificado, y lo hace con el ingenio y la chispa que la caracterizan. Toca temas como la primera vez, el sexo y la convivencia en pareja, los sex-shop, las fantasías sexuales, la inocencia, el sexo en lugares poco comunes como en el gimnasio, las despedidas de soltera, etc.
El libro más divertido, atrevido y picante de la popular presentadora de televisión, que cuenta además con un prólogo de Pablo Motos."

La verdad es que, una vez en mi casa, metida en mi cama, leyendo antes de dormir, me enganchó el libro. Es divertido y ocurrente, es claro y directo y no es una novela para leer con una sola mano, sino para partirse de risa con la mayoría de las situaciones. Son cosas que a todos nos pueden pasar (o nos han pasado, incluso) y lo cuenta con una naturalidad que desarma. Es rápido y fácil de leer, probablemente es perfecto como lectura de verano, y me ha hecho perder los prejuicios sobre ella como escritora, quizás me replantee lo de comprarme el de los caracoles, pero ya veremos.

¿Lo recomiendo? Si quieres algo ligero, poco trascendental y divertido, sí. Si buscas algo más profundo, elige otra cosa.

05 septiembre 2009

Saber Perder

Acabo de terminarme Saber Perder, la tercera novela de David Trueba, y ahora mismo estoy pensando en salir corriendo a comprar las dos anteriores.

Si miramos en la contraportada nos encontraremos con el siguiente resumen:

Sylvia cumple 16 años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que, aún no lo sabe, significará su brusca entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de tapar los agujeros que el abandono de su mujer y el fracaso laboral han causado en su rutina. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. La caja de los triunfos no parece difícil de abrir para su superdotada pierna izquierda y será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. El anciano Leandro, en cambio, es precisamente tiempo lo que no tiene. Está en esa edad, como le dice un conocido, donde uno asiste a más entierros que nacimientos, cuando ya casi nada se construye y casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de Saber Perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un apasionante relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Una mirada inteligente, capaz de extraer humor y emoción en cualquier curva del camino, pero que reivindica, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir.

La novela me ha gustado muchísimo. Si bien los primeros capítulos seguía leyendo para llegar al de Sylvia, tras una docena de ellos, una vez que la trama de todos los personajes empieza a desarrollarse y entremezclarse, me sentí atrapada. Robando horas al sueño para seguir avanzando un poco más en la vida de estas cuatro personas, que deben enfrentarse cada uno a sus fantasmas, cada uno a sus obligaciones, y superar cada uno sus propios retos.

La novela está ambientada en Madrid, y se pueden reconocer los lugares a los que hace referencia en cantidad de ocasiones. Además la ciudad se convierte, por momentos, en un cómplice y un mudo espectador de los altibajos de los protagonistas. Los personajes son complejos y están bien trabajados y mejor matizados, cualquiera puede reconocerse en ellos en algún momento, pero, sin duda, la mayor virtud del autor es la de conseguir que empaticemos con cualquiera de ellos independientemente de nuestras vivencias anteriores. Es imposible leer un capítulo sin sentirse retado, tocado por el arte del autor, o por la crudeza de sus descripciones. Imposible no soñar con las cosas que van sucediendo, imposible no reconocerse en un momento de la trama, imposible no sentir la desgracia que acompaña a cada uno de los cuatro personajes principales, y a la vez imposible no mantener un punto de esperanza, tal vez carente de sentido, pero que obliga a seguir adelante, tan sólo para comprobar si realmente carecía de sentido o sólo era una especie de mueca desalentadora para ponerte a prueba.

Ha sido una de las mejores lecturas de este año, y sin duda la recomiendo encarecidamente, es una historia humana, que toca, que se apoya en las situaciones más comunes, más sencillas, para hacernos reflexionar sobre ellas, y con un punto que, por momentos, hace que el lector se sienta un vouyer de la cotidianidad de los personajes.

Por cierto, se me olvidaba, he robado horas al sueño, he reído, he esperado ansiosa a sacar otro rato para seguir desgranando las páginas de esta joya... y he llorado como una auténtica Magdalena. En serio, no dejéis de leerlo. Además está en edición de bolsillo ;)

02 septiembre 2009

Annie Leibovitz en Madrid

Esta mañana he ido al Prado. Iba ilusionada, porque al fin, aunque parecía un milagro, iba a lograr ver la exposición de Sorolla. Iba a comprar entradas para mañana a última hora... tenían que quedar, ¿no?

Pues no.

Ni una.

Bueno, en realidad doscientas, para mañana de 14:30 a 15 aproximadamente. Asi que nada, hacer dos horas de cola para llegar y que ya no quedaran entradas me parecía bastante absurdo, además de que quedaban para un horario no viable y con ochocientas personas (mínimo) delante no me iban a quedar ni de coña.

Frustada e indignada a partes iguales, (indignada con el mundo y conmigo misma también a partes iguales) me he ido a la sala Alcalá 31 a ver la exposición de fotografía de Annie Leibovitz, que también la tenía ganitas, y claro, ya que estaba allí, que la entrada es gratuita y que la quitan el día 6 de septiembre, lo mínimo era hacer el esfuerzo para que el viaje no fuera en balde.


Pinchar en la imagen para ver ampliada

Las fotos son bastante impactantes. Sobre todo las que hay de Susan durante su enfermedad, hay también de su padre a punto de morir, es realmente dura, pero merece la pena verla.

Algunas fotos conmueven muchísimo y otras casi hacen daño, pero es una exposición maravillosa y llena de imágenes captadas en el momento más determinante. Especialmente me ha llamado la atención una del equipo de natación sincronizada de Estados Unidos en la que se ve a cuatro nadadoras debajo del agua y se distinguen los ondeos del líquido elemento provocados por los movimientos de las chicas. Otra que me ha gustado mucho es la que enlazo arriba, The White Stripes, a lo lanzadores de cuchillos. La foto está maravillosamente bien tratada. El desnudo de Demi Moore embarazadísima me ha vuelto a impactar, es increible cómo pudo atreverse a hacer esa foto en su día, al lado había una anterior, del primer embarazo de ella, con sus manos tapando el área pública y las de Bruce Willis abrazando la barriga, sólo se veía desde la clavícula hasta las caderas, pero es una foto preciosa. Me ha dado mucha rabia no ver la de Susan Sarandon con Tim Robbins, y además soy incapaz de encontrarla en el gugle, así que no os la puedo poner.

Si estáis en Madrid, deberíais ir a verla, porque la quitan el día 6 y tiene un montón de pequeñas y grandes joyas dignas de ser admiradas de cerca. Esta mujer es una maestra. No doy la mañana por perdida a pesar de haber perdido definitivamente la posibilidad de ver la exposición de Sorolla.